No ni ná...
Hay muchas leyes científicas que rigen la vida cotidiana. Una de las más antiguas es que el teléfono fijo sólo suena cuando estás a punto de sentarte a la mesa y la comida servida para que se enfríe. No ocurre lo mismo con el timbre de la puerta, que suena exclusivamente cuando una está en la ducha. Otras leyes comprobadas son que el trabajo tiende a aumentar hasta ocupar todo el tiempo disponible, y que las fotocopiadoras no funcionan jamás cuando más prisas tienes.
Ya es hora de recopilar las puñeteras leyes más recientes de la vida urbana. He aquí algunas:
PRIMERA LEY: Los boletines informáticos de radio que más nos interesan sólo se transmiten cuando vamos en coche y estamos a punto de entrar en un túnel. La información se interrumpe un segundo y medio después de entrar en el túnel y se reanuda cuando el locutor está pronunciando la última palabra de la noticia.
SEGUNDA LEY: Cuanto más feo es el sofá, más cómodo resulta. Esta es una de las leyes más ciertas y esenciales del universo, tanto como aquella cuya fórmula es E=mc2. No hay como arrellanarse en un sofá feíto para sentir en seguida la diferencia: ese suave tapiz de terciopelo anaranjado, los mullidos cojines que se hunden hasta el desparramamiento, esos rechinantes resortes que ceden bajo nuestro peso.
TERCERA LEY Los niños pequeños nunca duermen de noche. Sólo cierran los ojitos para confiar a los papás, una falsa sensación de seguridad, cuando nos estamos quedando dormidos, atacan berreando.
CUARTA LEY Los calcetines más feos tienden a durar toda la vida, no se pierden jamás.
QUINTA LEY Los más encarnizados pleitos conyugales no tienen que ver con los quehaceres domésticos ni con el dinero. El motivo es quien se adueña de la mayor parte de la cama o del edredón.
SEXTA LEY Tratándose de alimentos de preparación instantáneas, lo último que muere es la esperanza. Lasaña congelada, pizza para microondas, pasta cuyo envase nos asegura: "Sólo agregue agua y tendrá un espagueti carbonara digno del mejor restaurante"...¡Son tantos los productos, tantas las promesas! ¡Tantas las decepciones!
Sin embargo, pronto se nos olvida el desencanto. Cuando vuelvo al super, me detengo ante el congelador, atraída por el pastel de carne con verduras...¡Vamos! ¿tan malo es?, me pregunto. Dos horas más tarde lo probamos y descubrimos ¡Que siiiiiiiiiiiií!
SÉPTIMA LEY Muchos hombres son genéticamente incapaces de leer una receta hasta el fin antes de cocinar. De ahí que, cuando están todos sentados a la mesa esperando que el "cocinero" sirva lo que ha preparado para cenar, los invitados oyen un espezlunante grito de rabia en la cocina, sobre las 22,00h. Es el momento que el anfitrión ha vuelto la página del recetario y ha leído: "Cueza a fuego lento durante cuatro horas."
OCTAVA LEY Los libros de cocina siempre se quedan cortos en lo que a tiempo de cocción se refiere. Muchas veces también juran y perjuran que una receta es para diez personas cuando en realidad apenas alcanzaría para dar de comer a dos frugales monjes tibetanos...
NOVENA LEY Una cuchara colocada al azar en el fregadero se acomoda espontáneamente bajo el grifo. Nadie sabe cómo ocurre esto, pero cuando se abre el grifo al máximo cualquier cuchara que hubiera en 50 metros a la redonda se habrá colocado debajo del chorro. El resultado es un amplio salto de agua que baña a quien esté lavando los platos, lo cual ocurre preferentemente cuando el agua se encuentra casi a punto de ebullición.
Como podrán comprobar los cienfísicos, esta es una lista parcial: La próxima vez que estés a punto de sentarte a la mesa, te llamaremos por teléfono para comunicarte nuevas leyes, ¡Arsa!
Os invito a unas deliciosas cerezas ¿hace? Para compensaros...
Coged cuantas os apetezcan...
(En verano cambio los hábitos, aparezco de vez en cuando).
Internet.
Creo que esto pertenece a la categoría Leyes de Murphy, la maldición se cumple sí o sí! jajaja, muy bueno Tracy, gracias por hacernos sonreir el fin de semana, un abrazo!
ResponderEliminarPerdón! Maricarmen!
EliminarGracias preciosa.
EliminarBesitos.
Buenísimas esas nuevas leyes y de algunas puedo dar fe ya que las he padecido.Vaya cerezas tan vistosas, probaré alguna ya que nos las has ofrecido.Besicos
ResponderEliminarHola, sí, las cerezas están para atracarse.
EliminarBesos.
Hola! Pero que bonito y que ciertas!!! Yo me quedo con las dos y la cuarta...aunque todas bien valen.
ResponderEliminarGracias por la diversion y sonrisas.
Saludosbuhos!!!
Hola, gustazo en saludaros.
EliminarHay para escoger, jaaaaaa
Besosbúhos.
¡Totalmente de acuerdo contigo! La tacita de plata lo tiene "tó", pero "tó". Besos :D
ResponderEliminarHay muchísimos lugares preciosos, pero Cai, para mi, es especial.
EliminarBesos.
Menos mal que nos has puesto unas ricas cerezas.
ResponderEliminarTodo lo demás ocurre y es de obligado cumplimiento, la ley es la ley.
Besos.
Ea, pues llévate un buen plato de ellas.
EliminarUn beso.
No me he atrevido a coger cerezas. Seguro que tenían truco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Eliminar¡Arsa!
Un beso .
Me gustan todas esas leyes que son por cierto muy acertadas ajajja. Y me cojo una cereza que estoy de antojo ajajja Un besico y feliz finde.
ResponderEliminarUna cereza es "mú poquiyo", enga, un plato hasta arriba, jeeeeee
EliminarCampi, como muchos están de vacaciones, te he incluido en la entrada de hoy, en que participaste en el 2019. (He añadido los que participaron). Olvidé poner que también se da en el Cantábrico las olas cuadradas.
Besos.
Divertidas leyes, ya me gustaria que fueran así casi todas y dos o tres mas serias, jajaja, aun me rio con la ley numero siete.
ResponderEliminarAbrazos enormes, sueña bonito y mañana te levantaras feliz.
Pues una menda pasó por toditas, jaaaaaaa ¡Ainnnssss!
EliminarSaltibrincos y olé
Apetitosas se ven,pasarlo bien,cariños.
ResponderEliminarMe encantan las frutas con huesos.
EliminarCuídate.
Besos.
No conocia esas leyes, me encanto leerlas. Saludos amiga.
ResponderEliminarSi lo piensas, suelen ser ciertas. Otro días más...
EliminarAbrazos.
Con respecto a lo que has dicho de Cádiz. Te doy por completo la razón. Cádiz tiene mucho sentido del humor uy también infunde mucho optimismo.
ResponderEliminarBesos
Tú y yo la conocemos bien, nos enamoró para siempre, no ni ná...
EliminarBesos.
Ya lo dijo Murphy... y parece se que esas leyes físicas se ordenan en base a unos principios de causa-efecto que desconocemos... Tal vez obedecen, más que al amor de Dios, al humor de Dios...
ResponderEliminarAbrazo
¡Ocurren, vaya que sí!
EliminarUn beso.
Me has hecho reír un mogollón y de paso reflexionar.
ResponderEliminarPero si voy a cogerte alguna de estas cerezas tan apetitosas.
Abrazos y feliz domingo !!!
¡Albricias! Me alegro de verte por esta tu casa.
EliminarEste año vienen gorditas y dulces, come, come...
Abrazos.
¿Esa son de mi tierra?
ResponderEliminarBesos
¡A ver si te crees que no os traigo del mejor lugar!
EliminarSon deliciosas.
Abrazos.
Muy buenas. La tres es infalible. Un beso
ResponderEliminarUna menda pasó por todas, ya te digo....
EliminarUn beso.
La mayoría de esas leyes me resultan verosímiles.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Claro que sí!
EliminarDemi, te incluyo en la entrada de hoy, día 5. Fuiste uno de los pocos que participaste con las olas cuadradas.
Un abrazo.
Me hizo recordar las leyes de Murphy, que tienen un fondo de humor y de absurdo, pero las que traes a colocación son ciertas. Esa de los niños pequeños, es tan cierta. Me siento sobresaltado con mi mujer, por el berrido del pequeño, cuando el sueño era más cálido, y chocando los cuerpos como en las películas de El gordo y el flaco, tratando de alcanzar el tetero para calmarle el llanto. UN abrazo desde mi cubil garrotero. Carlos
ResponderEliminarHola Carlos, tienen toda la vigencia del paso de los años, jeeeeee y siguen y siguen....
EliminarFeliz verano.
Abrazos.
Pues estupendo, qué buen post. Las cerezas, de lujo :-)
ResponderEliminarUn abrazo, y que estuvieras bien. Yo viajé un poquito
Con un poco de humor y estas cerezas, echamos la mañana.
EliminarUn beso.
Hola Mari Carmen.. Te has olvidado de la décima ley. Yo con toda modestia te sugiero una del gran Pablo Neruda..
ResponderEliminar"Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos". Del libro Veinte poemas de amor y una canción desesperada.
Un abrazo..
¡Es cierto! Pues gracias, Llorenç, enga, la incluimos, jeeeee
ResponderEliminarUn abracete.
Muy buenas esas leyes, me hicieron reír. Muchos besos.
ResponderEliminarY a mi también, pero más cuando pasó el tiempo...Gracias teresa.
ResponderEliminarBesitos.