Esta virtud tan vinculada al ser humano es un estado de ánimo, un significativo estilo de vida, un compartir,..un sentido emocional, por lo general fructífero.
"Podríamos decir que todo cuanto se hace en el mundo es obra de la esperanza"-manifestó el humanista Martin Luther King. Así como el escritor inglés, Samuel Johnson dijo: "La esperanza es quizás la dicha que nos depara para este mundo".
Lo cierto es que ni la persona ni la sociedad pueden sobrevivir sin ella...mucho tiempo, porque la esperanza es el mecanismo que mantiene a la humanidad tenazmente activa, soñando, creando, ideando, proyectando, construyendo. En absoluto es opuesto al realismo, sino la antitesis del escepticismo y la desesperación. Los mejores y positivos elementos de la humanidad han conservado esta virtud en las peores adversidades; han vivido en las situaciones menos propias y han logrado edificar sobre los más precarios cimientos.
Tal es la actitud natural y sana de la persona, (lo he comprobado desde mis "taítantos" años de vida).
"Corazón alegre hace buen cuerpo"-nos dice el libro de proverbios. Esta verdad ha reafirmado su vigencia en nuestros días. Después de la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, se comprobó que los prisioneros de guerra convencidos de que iban a sobrevivir, animados espiritual y mentalmente por la visión de la existencia que llevarían en el futuro, volvieron mucho menos afectados que aquellos que habían perdido la esperanza de regresar alguna vez a su tierra, (según se desprende de multiples declaraciones de gente corriente como personas destacadas).
En un documental, el prestigioso psiquiatra, Dumbar, contaba el caso de dos enfermos que padecían la misma dolencia cardiaca... Uno le dijo: "Ahora, todo depende de usted, doctor". El otro declaró: "Tengo que hacer algo para aliviarme y superarlo". El primero falleció; el segundo sanó.
Además, la esperanza que pongamos en nosotros influye en nuestra actitud, (está demostrado), hacia los demás.
Todos hemos conocido el tipo de persona a la que se refería el escritor inglés. Ortega y Gasset, al hablar de "la mortífera enfermedad del alma demasiado infeliz para ser benévola". El hombre que conserva la esperanza ve a los demás como podrían ser, y por lo tanto los ayuda.
¿Nos traiciona todos los días la esperanza? Para la mayoría de las personas, ¿no es una forma de engañarse a sí mismas? Bueno, la respuesta a esta pregunta es algo que siempre hemos sabido: la esperanza alimenta interiormente a pesar de todas las adversidades."La vida está en contra nuestra proporción de seis contra cinco". Siempre ha sido así. Toda forma de vida es una pugna entre la luz y la oscuridad, entre el gozo y la desesperación.
La esperanza, no creo que sea una falacia, sino la verdad misma. Entiendo que la persona concibe aspiraciones y, movido por la esperanza, funda instituciones que avanzan aunque, a veces, flaqueemos.
Sugiero acopio de esperanza, fuerza tan real y eficaz como el sol en primavera. Pero aunque no lo fuera en sí misma, su evidente magia surtiría efecto, ya que costituye un fin en sí misma: es, en suma, un acto de convencimiento, un estado de ánimo, un estilo de vida, un concepto para compartir.
Aunque triunfemos a medias, vale la pena cultivar la esperanza, porque ella nos permitirá paladear hasta la última gota de gozo en el mismo tiempo de vida que nos reste. Si nos toca en suerte la dicha, (hay que perseguirla), nuestras esperanzas habrán estado más que justificadas; si nos abate el infortunio, esta virtud nos habrá fortalecido para soportarlo.
No es cierto, fijándonos bien, que lo último que se pierde es la esperanza...lo último que se pierde es la vida...¿o no?
A todos los cientos de ejemplares de solidarios, que quisieron y pudieron llegar los primeros en socorro de los muchísimos damnificados, con lo que tenían y sus muchas ganas de salvar y ayudar:
"El pueblo salva al pueblo", tan certero como real proverbio de tristísima actualidad en estos trágicos días en nuestra querida Valencia y este de España...
Tenía esta reflexión hace mucho tiempo, me han pedido insistentemente que la vuelva a compartir y que la conozcan los nuevos seguidores. No he podido negarme...
Por cierto, de los comentarios se aprende mucho:
¡Gracias!
A todos los seguidores de mi blog, con la ESPERANZA de que se mantengan siempre aferrados a ella ante las adversidades que nos sacuden de manera intensa en la vida, más o menos larga que tengamos...
No soy muy fan de la esperanza, creo que está sobrevalorada, me inclino mas por el trabajo, por la actitud, pero entiendo el favor que todo el mundo le tiene, es un asidero para cuando no queda nada.
ResponderEliminarPor Valencia seguimos trabajando. Un abrazo grande
Por supuesto, primero es intentarlo con todo el empeño, luchando por conseguirlo, después agarrarse a la mano de la esperanza y no soltarla. Para los creyentes católicos la fe también es una fuerza y refugio que les mantienen en la aspiración de lograrlo...
EliminarEn ambos casos, los veo positivos, estimulantes, la constancia también es una buena virtud, es asidero, como muy bien dices.
Todos con Valencia y este del país que también tienen tela.
Besos y abrazos.
«Nunca se da tanto como cuando se dan esperanzas» (Anatole France).
ResponderEliminar«La esperanza es un empréstito que se le hace a la felicidad» (Conde de Rivarol).
Un abrazo.
Nos traes sabios y certeros proverbios que lo expresa mejor que yo y a sus autores.
EliminarMuchas gracias, Chema.
Besos.
Has hecho bien en repetir esa frase que es completísima y rotunda..
ResponderEliminarYo no soy nueva seguidora pero te lo agradezco como si lo fuera.
Hola Tracy, eres de las más veteranas y fieles seguidoras y eso es impagable.
EliminarLo primero que tienen que explicar es eso de permitir edificar en zonas altamente inundables, prohibido por ley. También que desde el 2009, parece que se tenía preparada una gran obra, pagada con fondos europeos, que se comenzó a iniciar y ni unos ni otros políticos las realizaron, las Danas en el Mediterráneo han existido desde siempre, (si bien no se edificó tanto como ahora en esas zonas, ni se prohibió a los campesinos limpiar los cauces ¡Si sabían ellos que eso era muy peligroso!
Por consiguiente, no viene de ahora. Todavía más terrible es, (según dicen los que lo saben), es que abrieron las compuertas de la presa sin avisar. ¿Quién lo hizo, sobre todo, a quién corresponde la custodia y responsabilidad de la presa?
Pues todo el peso de la ley que le caiga encima.
Disculpa, me he extendido.
Besos.
Asi es, Carmen, sin ella no es posible vivir.
ResponderEliminarLa esperanza es la que nos hace creer, que todo puede mejorar, que se puede conseguir aquello que anhelamos, ella es nuestro motor como al igual puede ser el amor.
Cada una de las reflexiones que nos dejas tienen mucha razón, hay que vivir con la esperanza de ser mejor y hacer sentir ese estado a los que nos rodean.
Un besote grande.
Una ya tiene una edad y sabe que la esperanza es el asidero necesario para mantenerse fuertes en conseguir los objetivos.
EliminarMuy de agradecer tu aportación.
Besos.
La esperanza siempre nos impulsa. Te mando un beso.
ResponderEliminarEso es, me has entendido muy bien.
EliminarGracias.
Te envío besos.
Algo debe quedarme de esperanza cuando no me resigno ante lo que sea por muy difícil que parezca, cuando sigo buscando y buscando aunque me estrelle mil veces.
ResponderEliminarEl día que me resigne estaré acabado.
Hola Xavi, desde jovencita me agarré a la mano de la esperanza ante las adversidades y me va bien, eso de entrada.
EliminarEl día que me suelte, es que ya me marché...
El resto también se lo expongo a nuestra amiga Tracy.
¿Y dónde fueron esos millones para la obra que iba a paliar y mucho las Danas futuras? Ahí lo dejo.
Gracias por venir.
Besos.
Discrepo desde el mismo momendo que apareció el dicho en Valencia de "El pueblo salva al pueblo", a no ser que veamos al pueblo en todas las instituciones democráticas que lo conforman.
ResponderEliminarSe saca fuera de contexto una frase dicha por Antonio Machado y no todo vale.
Saludos
Hola Emilio, sí, te refieres a un magnifico dicho de D. Antonio Machado, (ni una coma por añadir a tan profunda y sabia cita). A D. Antonio no le llego ni a la suela del zapato...
EliminarLa escribió durante nuestra Guerra Civil del 36/39, en una carta a su amigo, el novelista ruso, David Vigodski.
Puedes y debes expresarte en este blog con total libertad, que como los demás lo haces respetuosamente.
¡Faltaría más!
Los primeros en llegar fueron el pueblo, andando, sin apenas más que muy escasos medios, se vieron absolutamente desbordados ante la dantesca tragedia y ante eso, los que fueron a socorrer y los damnificados se acordaron del dicho de D. Antonio y lo acomodaron a la situación tan horrible, (la idea no sé a quien se le ocurrió primero).
Agradecida por tu aportación. También te expreso honestamente mi punto de vista.
Un abrazo.
Sin esperanza no podríamos seguir adelante. Un beso
ResponderEliminarCiertamente, tenemos que asirnos a ella, la vida, a veces, nos lo pone muy mal.
EliminarUn beso.
Buenísimas reflexiones Mari Carmen. Por supuesto que yo nunca pierdo la Esperanza.
ResponderEliminarAbraz<os.
Lo primero es desearte muchas felicidades por tu onomástica, con pelín de retraso, pero con el mismo cariño.
EliminarY si se pierde, a correr a buscarla y agarrarla fuerte,
Gracias, guapetona.
Besos.
Hola .
ResponderEliminarLa esperanza yo creo que es muy importante ya que nos dá esa espera ante algo que nos puede suceder.
Tenemos muchas veces esperanza que salgan bien los examenes en los jovenes , que salga bien una oposicion , que esa persona enferma , se cure , que podamos vivir muchos años para ver crecer a nuetsros hijos y nietos ,que acaben las guerras ...
Ya dicen que la esperanza es lo ultimo que se pierde aunque tu reflexión no esta nada mal... "No es cierto, fijándonos bien, que lo último que se pierde es la esperanza...lo último que se pierde es la vida...¿o no?"
Tambien es verdad que muchas veces tenemos esperanza de algo sabiendo que es muy dificil que se cumpla.
Dándole una nota de humor , yo tengo esperanza que esta noche me toque la Primitiva ...
Un beso.
Eso es, nada de creer que lo último que se pierde es la esperanza ¡Ni mijita!
EliminarLo que se pierde por último es la vida, no ni ná...
Un besote.
Querida Mari Carmen, por suerte todavía queda gente solidaria que apoya y sostiene a las personas que pasan por estas tragedias. Las heridas quedan, pero sanarán y así como dice la reflexión uno puede caerse, pero hay que levantarse y seguir por uno mismo y por los seres que nos aman y amamos.
ResponderEliminarUn beso enorme
Así es, desde muy jovencita, mi familia nos potenció lo positivo de aferrarse a la esperanza como una manera de fortalecerse, de ayudarnos, y motivarnos, lo cierto es que a mi me dió buenos réditos, por lo general.
EliminarMis seres queridos siguen desaparecidos. Como muchos más. Duele, es muy duro. No han tenido una muerte natural...
En cuanto levante un poco la cabeza, ya participaré en tu blog.
Un beso y un fuerte abrazo.
La esperanza unida al deseo logra hasta lo imposible, un abrazote Maricarmen!
ResponderEliminarHacen ambas unas buenas "muletas" para andar las dificultades que nos depara la vida, muy cierto.
EliminarUn beso y gracias.
La esperanza siempre me ha acompañado a lo largo de mi vida y seguirá a mi lado hasta el fin. Besicos
ResponderEliminarYo también pienso como tú y me da buenos réditos, por lo general.
EliminarGracias por participar.
Un beso.
Maravvilloso post. Toda reflexión tiene un punto de parada, una parada que sirve para tomar impulso y seguir, porque la vida sigue a pesar de todo y de todos y el tiempo, que pasa inexorablemente y todo lo coloca en su lugar, tiene la última palabra.
ResponderEliminarMuchos besos y abrazos.
Hola "jefa", es tal y como lo veo también, por lo general, da resultados o ayudan a lograrlos.
ResponderEliminarLos retos no me arrugan.
Un beso y un abrazo.
Y no dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Me ha encantado leerte Mari Carmen. Un abrazo.
ResponderEliminarNo, lo último que se pierde es la vida, ¡Anda que no! Gracias Teresa.
ResponderEliminarUn beso.
Great blog
ResponderEliminar