Un artista como tú, con esa especial sensibilidad para el arte que siempre has compartido con nosotros, bien merece otra entrada agradecida y especial para que la guardes, junto con otras que te han hecho.
Muchos prestigiosos autores, expertos en flamenco han escrito sobre mi antepasado, de antaño y en nuestros días. Lamentablemente no podemos tener el testimonio de su portentosa voz, estamos hablando de una persona que nació y murió en el siglo XIX, por los pelos no pudo grabar un disco, no existía esa posibilidad. Todo lo que sabemos de él es a través de los que les sobrevivieron: escritores, cantaores, expertos, desde Demófilo, el padre de los hermanos Machado, D. Antonio Chacón, Fernando el de Triana, García Lorca, hasta nuestros días con Manuel Bohórquez, Javier Osuna, José Blas Vega, Castro Buendía, Fernando Quiñones, Faustino Núñez y muchos más. Mi reconocimiento para todos ellos...
Yo tengo que lamentar profundamente que en Sevilla, su tierra natal y la mía, a estas alturas, más de un siglo de su muerte, no tenga Silverio Franconetti ni una calle, plaza o monumento dedicado a su memoria. Un hombre que destacó e hizo tanto por elevar el Flamenco. No me duelen prendas. Fue en mi segunda Patria Chica, Cádiz, donde le nombraron "El Rey de los Cantaores", en el "colmao" "El Cañón", muy cerca de nuestra casa familiar, (algo similar como la Llave de Oro del Cante Flamenco), honor que siempre llevó con agradecimiento y orgullo.
El 30 de mayo de 1889, sufrió un ataque al corazón que le costó la vida, muriendo relativamente joven, con 58 años. No tuvo hijos de sus dos matrimonios, sí muchos hermanos.
Dejo uno de los libros más completo de su biografía, escrito por José Blas Vega. Otros están incompletos, no aparecen ni mi madre ni otros descendientes, (en lo que a familia se refiere). Aviso que no será fácil encontrarlo, yo tuve que ·bichear" lo mio pero lo tengo...En aquellas calendas, no se era partidarios de entrevistas fotos, todo muy distinto a estos tiempos...
Ediciones Posadas.
Publicado por el Ayuntamiento de Córdoba, 1995. F.P.M Gran Teatro. Esta edición se realizó con motivo del XIV concurso Nacional del Arte Flamenco.
Colección Demófilo.
http://juanltrujillo.blogspot.com/
Franconetti actuó en el Teatro Variedades
El mítico cantaor acudió al desaparecido coliseo gaditano en 1867, según consta en el Archivo Provincial
La verdad es que ignoramos cuántas veces exactamente viniera a cantar a Cádiz el gran Silverio Franconetti, considerado la máxima figura del cante de su tiempo incluso por el mismo don Antonio Chacón, que cuando le escuchaba, le tiraba la capa y el sombrero, y que cuando murió pidió que le enterraran con una foto del que consideraba su maestro. Por lo que parece, debieron ser bastante numerosas las veces que Silverio vino a Cádiz, pues aquí logró hacerse amigo personal de las principales figuras del cante gaditano. Especialmente de Enrique El Gordo, al que decía querer "como cosa suya". Siendo muy conocida aquella seguiriya, recordando a su amigo, y que improvisó, una vez muerto Enrique: "Por Puerta Tierra no quiero pasá / que me acuerdo de mi amigo Enrique / y me pongo a llorá". Pero sí pudimos documentar fielmente una de sus actuaciones, al encontrar hace años, en el Archivo Provincial, una instancia por él firmada en la que solicita permiso al Gobernador Civil, para poder celebrar dos conciertos en el llamado Teatro Variedades, existente en 1867, en la calle del Laurel, número 3. Un año antes, había cantado en Madrid, ante la corte de Isabel II. Decía Fernando Quiñones, que el papel de Silverio, en el mundo del cante flamenco fue semejante al de Paquiro en el toreo, y al de Johann Sebastián Bach, en la música clásica. Un papel puente entre dos épocas del flamenco. Los lazos de Silverio con Cádiz fueron numerosos. Aquí fue donde destempló por seguiriyas a María Borrico, en una fiesta pagada por él, cuando vino de América, sin que nadie lo reconociera hasta que lanzó su estremecedor grito seguiriyero, y aquí fue donde, según 'Demófilo', padre de los Machado, le nombraron "rey de los cantaores" de entonces. Indicando como domicilio el de la calle Enrique de las Marinas, número 31, establecimiento tipográfico La Paz, a cargo de Manuel M. de Luque, también ubicado en Bendición de Dios, número 4, podemos casi asegurar que el cantaor redactó allí la solicitud para dar las dos funciones, careciendo aún de fonda o pensión, para pasar en Cádiz aquellos días de sus dos conciertos, que pedía celebrar el 26 y el 29 de septiembre de 1867, en el local del teatro Variedades. En esta tipografía seguramente habría encargado algunos carteles o folletos anunciadores de dichas funciones y, a lo que parece, por la letra de su firma y la del resto de la solicitud, la instancia -escrita en papel timbrado de la época-, parece que debió ser redactada por una persona distinta, tal vez por el encargado de la imprenta, limitándose el cantaor a firmarla. Una vez en el Gobierno Civil, la solicitud pasó para su reglamentario informe a la Inspección de Vigilancia, lo que ésta haría favorablemente. No tenemos noticias del resultado artístico de aquellas dos funciones que organizó Silverio en el teatro y fecha que hemos indicado. Lo más seguro es que ambas resultaran un éxito, pues de sobra es conocida la seguridad que el artista sevillano tenía en sus cuerdas vocales, la misma que le hacía desafiar a los cantaores locales cada vez que actuaba en cualquier pueblo, ofreciendo mil quinientas pesetas a quien lo hiciera mejor que él. Y si había quien lo hiciera mejor, ese no era otro que Tomás El Nitri, ganador de la primera llave - no de oro- del cante, pero que nunca quiso que le escuchara su rival, porque decía que le podía copiar su forma de cantar. Así que Silverio nunca escuchó a El Nitri que cantaría igual o mejor que él posiblemente. Nunca lo sabremos, porque ambos no dejaron grabaciones, aunque nosotros conocimos a quien afirmaba que el de Sevilla llegó a grabar algún cilindro de cera. Afirmación aún por demostrar. Otra cuestión muy curiosa es que -al igual que sucede con Enrique El Mellizo- de Silverio tan solo se conoce una única fotografía, como es también el caso de Enrique El Gordo. Por lo visto, los flamencos de aquellos tiempos no eran muy amigos de ponerse delante de un retratista, para que su vera efigie pudiera pasar a la posteridad. Así que tan solo les hemos podido conocer físicamente por una sola imagen. Y para rematar esta evocación, el apodo de Silverio era 'El Rano', por ser más bien chaparrito; mientras que el de El Mellizo no era otro que el de 'El Buen Mozo', como le conocían en los ambientes taurinos; ya que, aparte de cantar genialmente, siempre se buscó la vida como puntillero en distintas cuadrillas. ¡Habría que ver juntos a Silverio, más bien bajito y rechoncho, y a su amigo del alma Enrique El Gordo, más alto y mucho más orondo, paseando por el barrio de Santa María, una noche de juerga de aquellas que ambos se debieron correr en Cádiz, más de una vez!
Juan De La Plata cádiz | Actualizado 01.11.2013 - Silverio Franconetti
Con los preparativos, la feria y volver a ordenar, guardar y limpiar he tardado unos días, hemos tenido a toda la familia que es grande. Ya me iré poniendo al día con los blogs.
Besos y un fuerte abrazo.
Entre maestros anda el juego.
ResponderEliminarUn abrazo.
Certero, cada uno en lo suyo, claro.
EliminarUn beso.
Qué pedazo de detalle has tenido!
ResponderEliminarBesos.
Poquita cosa para lo que se merece, Noelia.
EliminarBesotes,
Pero qué preciosidad de entrada amiga mía. A Juan le va a encantar. Besos :D
ResponderEliminarNo exageres tanto, jejejeje, él nos lee a todos, lo intuyo.
EliminarUn beso.
Gracias, por esta entrada donde valoro la amistad y lealtad. Besos.
ResponderEliminarMuchas gracias, preciosa.
EliminarBesitos.
Un merecido homenaje a quien te ha homenajeado, Maricarmen, bien por Juan Trujillo, un abrazote!
ResponderEliminarEs lo que creo que tenía que hacer, sí, bien por Juan.
EliminarGracias.
Besos.
Vuelvo para Cádiz unos días.
ResponderEliminarBesos
Me das envidia, pero me fastidio hasta que vuelva por allí. Si vas por La Caleta, el ocaso es espectácular.
EliminarUn beso.
Juan se pondrá muy orgulloso cuando lea tu entrada y seguro te lo agradecerà.
ResponderEliminarUn beso
Bueno, creo que lo habrá leído el primer día. Simplemente le he correspondido.
EliminarUn beso.
Nos traes un bloguero de los más preciados por mí. Muchas gracias.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, y feliz finde
Bonito homenaje del 4m. Un beso
ResponderEliminarHola Mari Carmen. Gracias por informarme de tu vuelta. Bienvenida de nuevo. Un abrazo.
ResponderEliminarMucha gente en casa y con gente menuda, ordenar, guardar, limpiar y encontrar lo que esconden, tiene telita. Hemos disfrutado mucho, en compensación, perdona la tardanza.
EliminarBesos.
Pues sí que es lamentable que no tenga en Sevilla ni monumento ni calle en su nombre, siendo, como es, el mayor representante del arte de cantaor. Te felicito por se tan agradecida con Juan L.Trujillo que tan bien habla de tu pariente.
ResponderEliminarMuchos besos.
Hola Montse, sí, ahora hablan de hacerle un monumento, (más de un siglo desde que murió) ¡Qué cosas!
EliminarJuan, todo lo que sea arte le atrae y el flamenco lo es.
Un beso.
Maravilloso posts pues a disfrutar de la feria a topeeee.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
¡Holaaaaaaaa!
EliminarMe alegra volver a verte por esta tu casa. Ya pasó la feria, la más calurosa que he conocido, no iba al mediodía. También pusimos orden y descansamos. ¡Hasta el año que viene!
Besotes utópicos.
Una sentida y maravillosa entrada.
ResponderEliminarBesos.
Agradecida, Xavi.
EliminarUn beso.
Así pasa con quienes no representan, sino han sido un sentimiento y una emoción telúrica, como el Silverio, artistas que traes a colación. La pregunta, es si él, es parte de tu familia ascendente? Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarHola Carlos, sí, soy descendiente de Silverio, en Sevilla es donde somos más, pero estamos extendidos por muchos lugares.
ResponderEliminarUn abrazo.
Great blog
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