Este jueves Mar nos propone el tema del picnic, participo con vosotros. Para ver más: la bitácora de mar,
INOCENTES ENTRETENIMIENTOS
Los niños de otros
tiempos, cuando iban de excursiones, jugaban en el automóvil a contar
vacas, o a loterías con números de matrículas de otros coches. Pero mis
hijos siempre inventaban un juego llamado "Enfada a mamá" a
"bombardear" con el -"¿Cuánto falta"?
Otro juego llamado
Ruleta de Ventanillas. Consistia en que todas las criaturitas que iban
en el asiento trasero intercambiaban sus lugares en un repentino y
desordenado movimiento, a ver qien quedaba sentado junto a alguna de las
ventanillas. Los automóviles que pasaban disminuían la velocidad, y sus
ocupantes se quedaban mirando con los ojos "agrandados", el infantil
pasatiempo.
Pero no habríamos
tenido unas excursiones completas sin el Pateador de asientos. El
muy granuja y canallita se colocaba detrás del asiento del papá, y daba 200
puntapies por minutos a lo largo del trayecto.
Había además una
primita que apodábamos la Aguafiestas. Precisamente cuando salíamos a la
carretera, le pasaba un brazo por el cuello a su padre, quien iba muy
sonriente ante la perspectiva de una jornada apacible y de ocio, y le
decía: -"Papi... ¿dejaste a propósito la llave de la manguera abierta
del jardín? - Él no volvía a sonreir en todo el viaje.
Cuando creíamos que
la Aguafiestas habría hecho por fin todos sus comentarios, remataba con
esto: -"No quería decirlo, pero cuando papá estaba escondiendo la llave
debajo del macetón del zaguán, un hombre miraba desde un coche aparcado
en la calle".
¡Por fin llegamos! fue a la Sª de Cazorla, una preciosidad. Nos asentamos en un lugar estupendo y precioso. Nos llevamos a Rom, un cachorrito de coker. después de poner el "campamento", cada uno se las apañó. Cogí algunas florecillas silvestres muy bonitas y las puse en el centro del mantel. Empezamos a picotear el papeo, viene Rom con ganas de participar, entre risas nuestras, no nos dimos cuenta que venía con "munición", un monjoncito colgando de un hilillo ¿dónde vino a caer? ¡En la tortilla! Ea, nos fastidió...suerte que llevo abundancia de todo que si no, los bocatas serían de hormigas.
El tener familia numerosa tiene su atractivo, te pasa casi de todo, no ni ná...
Bueno, cada etapa en la vida tiene su encanto y espectativa, hoy mis hijos están felizmente emancipados,( ¡A Dios gracias!)
Mar, te dejo mi enlace:
https//:ginesfranconettihavuelto.blogspot.com
-Buenos días Mari Carmen:
ResponderEliminarAntes que nada muchas gracias por tus visitas; la verdad que estoy pillada con las clases y estamos ya en el tramo final del curso...
Este nuevo blog esta estupenda, esta reflexión:nunca mejor dicho que ya estan emancipados jajajaja que felicidad por un lado aunque las madres nunca dejamos de pensar como lo están pasando...
Un abrazo enorme desde el cariño ; es una gozada pasar por tu rinconcito siempre hay chispa en todas tus entradas.
Hola, buenos días, has madrugado para comentar, Bertha. Me hago cargo, estás a topè con los exámenes y te dejan apenas sin tiempo para nada.. Bueno, tuve que abrir un nuevo blog con la valiosa ayuda de Ester. Tienes el enlace, es lo que quería. Me quedé sin los comentarios y no hubo forma de recuperarlos.
EliminarMuchas gracias por tu afecto y visita.
Bienvenida a esta tu casa, me encantará que te sumes.
Besos.
ajajjajajaj, más que una excursión eso era un "no sabe que viene ahora "jajaja. La aguafiesta sin duda era y de que manera . Muy divertido y además verdadero. Enhorabuena y me alegra que te hayas animado a participa. Un beso.
ResponderEliminarJaaaaaa, ya te digo, pasábamos buenos ratos y otras cosillas, ya sabes, familia numerosa, perrito incluido.
EliminarBuen finde.
Besos.
Aquello viajes veraniegos, con las ventanillas abiertas y sin refrigeración, daban para muchas "vicisitudes".
ResponderEliminarBesos.
Hola Juan, voy atrasada en contestar, ando liada.
EliminarParece mentira los viajes que hacíamos, sin aire acondiccionado en el coche y todos apretaditos ¡Qué tiempos!
No me importaría "repe".
Buen finde.
Besos.
Ay que de recuerdos nos traes y que de anécdotas que parecen de ayer mismo... Muchos besos cariño :D
ResponderEliminarVerdad, en aquellos tiempos lo importante era estar todos juntos y compartir....
EliminarFeliz finde, preciosa.
Besos.
Las travesuras tienen el encanto de recordarlas con una sonrisa, en el momento hay que pasarlas jajaja. No entendí si este texto es tuyo o de Mar, para cualquiera haya sido, muy bueno, un abrazo Maricarmen!
ResponderEliminarHola María Cristina, no me importaría repetir ¡Buenos recuerdos y menos años!
EliminarNo, está en mi blog y arriba y abajo con letra pequeña digo que "Para ver más participaciones, ir a Mar", es mio.
Besitos y gracias por comentar.
jaja, qué aventuras cuando no había ni sillitas de niño ni cinturones en los asientos traseros :-)
ResponderEliminarUn abrazo
¡Ni aire acondiccionado! ¡Manda huevos!
Eliminar¿Qué bien lo pasábamos!
Besos.
Cielos, no sé cómo aguantabas los viajes. Un beso
ResponderEliminarDivertidos recuerdos de las travesuras de los niños, que en su momento sacaban de balance a los adultos :)
ResponderEliminarUn abrazo.
Se aguantaban, eso y mucho más, era más joven, tenía buena disposición y paciencia, jeeeee.
ResponderEliminarBuen finde.
Besos.
Madre mía que viaje más estresante con la primita Aguafiestas!!! Yo, la habría bajado del coche y dejado en la cuneta para recogerla a la vuelta :)
ResponderEliminarGracias por participar.
Bss.
Hola Mar, gustazo en saludarte. Eran tiempos diferentes, pero me quedo con lo mucho y bueno que comparti en familia, la verdad es que nos divertíamos y mucho. (Pese a la "Aguafiestas", jaaaaaaa...bienvenida a esta tu casa desde hoy.
EliminarGracias por incluirme, (no sé a qué hora es el cierre de convocatorias).
Un abrazo.
Un abrazo
Qué grato recordar esos paseos de familia, cuando todavía éramos niños, dispuestos a las bromas a todo trance. Por estos lares, era frecuente ir de paseo a la orilla del río. Los llamaban paseo de olla. Por lo regular se hacía un sancocho o de tripa. Echarse agua unos a otros, en la corriente, mientras los papá y amigos, con sendas guitarras y tiples cantaban a la vida, bajo la sombra de un árbol, y nos aguardientes. Como bien dicen ustedes, observo que de pequeños, en su lenguaje, eran bien guarras. Pero qué felicidad haberlo sido, mientras la nostalgia casi no pone una lágrima. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarSe pasan muy buenos ratos en familia, el almacén de recuerdos lo tengo a tope, hoy la propuesta de Mar, saqué este, con algún aderezo.
EliminarAsí que el paseo de la olla, el sancocho, ¡Qué costumbres tan significativas hay por todo el mundo!
Gracias por tu aportación, te dejo un abrazo.
Te has sumado al picnic, has hecho bien. Algún dia te contaré viajes y vacaciones. Que tiempos y cuantas risas. Abrazos
ResponderEliminarFue una larga y bonita etapa, con sus líos y barullos, pero inlvidables.
EliminarMe encatará conocer esas vivencias tuyas.
Un beso con saltibrencos.
Que tiempos tan buenos. que bien se pasaba con casi nada y cuanto extraño esas excursiones familiares campestres donde poníamos a enfriar las bebidas en el río.Besicos
ResponderEliminarMe alegro de haberlas vivido, ya no se pueden repetir, pero las "revivo" cada vez que quiero, hoy las comparto con vosotros.
EliminarUn beso.
Me encanta revivir esos viajes... Los nuevos no tienen esa magia (bueno, las vomitinas sobre la nintendo de turno o el ipad)
ResponderEliminarSe ha perdido el arte de mirar por la ventanilla y disfrutar del paisaje. Gracias por traerlo a los relatos.
Bss
Fueron imborrables y preciosos, con ajetreo incluidos, jeeeeee
EliminarGracias Syvia.
Besitos.
Hola Mari Carmen.. Realmente eso de cualquier tiempo pasado fue mejor, lo han inventado los abuelos, básicamente porque eran más jóvenes y se lo pasaban bien.
ResponderEliminarUn abrazo y buen pícnic..
¡Qué lindos tiempos
EliminarGracias Llorenç.
Abrazos.
El trayecto debe de ser muy divertido en el interior de su coche.
ResponderEliminarBesos
Estuvimos un tiempo viviendo en Jaén, precioso lugar. Por eso fuimos a la Sª de Cazorla. Lo pasamos genial.
EliminarUn beso.
Hola Mari Carmen! Que buena colección de anécdotas las tuyas! Esas ocurrencias de la aguafiestas me han divertido mucho jeje. Un abrazo
ResponderEliminarHola Neo, es lo que tiene ser muchos en casa, no me aburría, jaaaaaa, gracias por comentar, preciosa.
EliminarUn beso.
Que bellos recuerdos en torno a estos paseos familiares, me trajo tambien excelentes recuerdos
ResponderEliminarHola José, a ti no te conozco cuando estuve participando en "Jueveando", ya me pasaré por tu casa. Bienvenido a este riconcito, espero que lo sigas haciendo, si te place.
EliminarSaludos.
Muy bueno Mari Carmen. Besos.
ResponderEliminarGracias Teresa.
EliminarUn beso.
Hola,!Ayer entré en tu blog y no vi dónde comentar, pero hoy volví y ya me día cuenta
ResponderEliminarTe habla una persona de una familia de 9 hermanos, así que entiendo todo lo que dices.
Eran tiempos bonitos, que tal vez ,no cómodos, pero a mí me llevan a mi infancia y me alegran
Muy bien tu relato!!
Besucos
Gó
Hola Gó, sí, te debes referir al primer blog. En enero perdí la opcción de los comentarios, eso me resultaba muy soso, con ayuda, valiosísima, de ·Ester, abrimos este.
Eliminarlo mantengo activo, hay 10 años de mi vida en él. Comentarl lo puedes hacer aquí también.
¡Madre mía! 9 ya es tela marinera, jeeeeeee...
Un beso.
Nosotros siete: cuatro chicas y tres chicos. Lo que tiene ser muchos es que, como hay ambiente, siempre se incorpora alguien. Llegamos a ir trece en un seiscientos. Entonces no te paraba la benemérita por eso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Chema, con 7 hermanos , ya sabes muy bien cómo eran las excursiones ¡Llenas de aventuras con sus encantos y chispas. ¡Qué tiempos! Conozco también la versión del seiscientos, jaaaaaaa
ResponderEliminarBesotes.
Jajajaja, esa primita aguafiestas, era tremenda, para matarla, la verdad. Me encantó tu historia Mari Carmen...y no dudo que mucho de lo que has escrito lo hayas sacado de la vida real... así es cuando se viaja con niños...yo lo viví también con cinco hijos que tengo. Un abrazo.
ResponderEliminarEran viajes en lo básico así, pero yo lo he "redondeado" un poco buscando un poco de humor. Con familia numerosa te pasa casi de todo, jeeeeeee
EliminarBesitos.
jajajajaja me ha encantado tu picnic, de verdad ha sido muy in genios y con escenas de echarse a reír a carcajadas. Un abrazo
ResponderEliminarBuenos días Rodolfo, bienvenido, espero que vengas por esta tu casa más.
EliminarEran buenos tiempos, muy ajetreados, pero estupendos en su mayoría, si bien los tuvimos regulares.
Voy atrasadilla en contestar, disculpas.
Un abrazo.
Eran tiempos muy bonitos, siempre que no se calentara el coche a medio camino y tuvieras que hacer una obligada paradita para que se enfriara. A mis hijos y sobrinos hubo un tiempo en que les dio por cantar eso de: un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña... Como esta otra, también sin fin, que decía así: Manuel ha robado pan en la casa de san Juan, ¿Quien yo?, ha sido tu, yo no fui, ¿entonces quien?... y cuando ibas por cien elefantes o estabas hartos de pan y los mandaba a callar un ratito, ellos, más se reían y más gritaban...
ResponderEliminarMe has traído muy bonitos recuerdos con tu bonito relato, con pataditas en el respaldar incluidas, y con esa simpática primita aguafiestas.
Un beso, y cuídate mucho.
Hola Manuel, lo del elefante duraba varios kilómetros, después venían las adivinanzas y lo de "quiero hacer pipí", jaaaaaa no me aburría, no, pero me gustaría repetir aquellos tiempos...
EliminarSí, estos tiempos nos eran muy comunes...
Ya me han vacunado, ahora esperar unos días para achuchar a los nietos y siempre prudencia.
Cuidate también.
Besos.
Me has hecho recordar viajes al pueblo cuando era pequeño.
ResponderEliminarGracias.
Buenos días, no me exraña, así eran los viajes y sin aiee acondiccionado, cinturones, etc ¡Qué tiempos!
EliminarQué lindos recuerdos, para no olvidar jamás, Mari Carmen. Me trasladaste a los míos.
ResponderEliminarQuería felicitarte porque ya tienes las vacunas puestas, así que me alegra mucho que ya estés inmunizada.
Besos enormes.
Hola María, por lo general, fueron buenos tiempos para nosotros, ajetreados, pero estupendos. Sí, dí la noticia de la vacuna el mismo día, pero hay que seguir con las tres M:
Eliminar* Manos.* Metros.* Mascarilla.
Gracias por venir.
Besos.
Encantador día campestre.
ResponderEliminarBesos.
Esas vivencias, muy parecidas, yo le he añadido un poco de humor, un respirito...
EliminarUn beso.
¡Con tanta gente no da tiempo de aburrirse, la verdad! Sea como sea, para bien o para menos bien, siempre hay algo que recordar, algo que contar, algo que olvidar...
ResponderEliminarUn beso enorme, Carmen.
Con familia numerosa pasa casi de todo, y en esos viajes más. No se me pueden borrar, con sus jaleos, los disfruté mucho.
EliminarBesotes preciosa.
Eso eran viajes y no los de ahora: niños calladitos con mobil o tablet y deseando volver a casa. Me has llevado de lleno a la infancia de mis hijos. Besos.
ResponderEliminarEs cierto, ahora hay silencios prolongados, no porque duerman los chavales, sino por estar con el whatssapp dale que te pego. Todo evoluciona, a mi me gustaba aquella etapa.
EliminarGracias por participar.
Besitos.
Me alegro de que ya te hayan vacunada, a mi también, aunque la AstraZeneca, al día siguiente, me dejó sus incómodos efectos secundarios en la cabeza...Gracias a Dios ya pasó. Te agradezco que nos cuentes esas excursiones en familia, entrañables e inolvidables,amiga.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz finde, Mari Carmen.
Tenía ganas de vacunarme, el mismo día que lo hicieron, dí la noticia ¡Estupendo! Hay que seguir respetando la normativa y la prudencia. Miedo me da de ciertos colectivos que no las respetan.
EliminarFue una etapa larga e inolvidable de mi vida.
Besos.
A veces, al voltear la vista atrás, no tienes idea de cómo lo hiciste :), pero lo hiciste.
ResponderEliminarMe encantó el cierre, "( ¡A Dios gracias!)"
Abrazo
Hola, buenos días, bienvenida y gracias por comentar.
EliminarEran buenos y revoltosos tiempos, los echo de menos.
Un abrazo.
Muy divertido amiga, me encanto leerte y recordar. Saludos.
ResponderEliminarGracias Sandra, fueron inolvidables.
EliminarVoy atrasadilla en los comentarios, estamos muy liados...
Besos.
¡Jajajaja! Divertidísimo el relato de aquellos felices días de picnic, lo has calcado, porque quien más quien menos tiene una "aguafiestas" en la familia. A mi lo que me sacaba de quicio era la cantinela de los crios esa de ¿Cuanto falta para llegar? que duraba todo el viaje ¡ains, menos mal que se han hecho mayores!
ResponderEliminarUn beso.
Hola Montse, ya veo que compartimos "historial", jaaaaaaa ¡Cuánto echo de menos aquellos trajines!
EliminarUn beso.
Muchas gracias por tu comentario amiga. No se trata de alergia, ya los ojos están muy cansados de toda una vida metidos en despachos.
ResponderEliminarHe disfrutado con tu bello relato, esos eran buenos tiempos y no los de ahora.
Un fuerte abrazo y buen fin de semana.
Hola Juan, cuidate todo lo que pueda, no queda otra, me alegro de tu restablecimiento.
EliminarEran así los viajes en mi familia, pero le he buscado un toque de humor.
Estoy atrasadilla con los comentarios.
Un abrazo.
Toda la diversión en el asiento de atrás. Y un desafío a la paciencia, en los asientos de adelante.
ResponderEliminarLa Aguafiestas, comparable con algunos personajes infantiles de algunas películas.
Sospecho que el perrito lo hizo con toda intención, de marcar territorio sobre la tortilla, para apropiarsela.
Un abrazo.
Buenos día Demi, ni te imagina la que formaban, jeeeee no he olvidado aquella estupenda etapa de la vida.
EliminarRom nos dejó sin tortilla pero nos regaló muchas risas...
Gracias por venir.
Un abrazo.
Qué tiempos tan adorables!!.
ResponderEliminarMe entra nostalgia...
Un beso.
Hola Amalia, eran tal como lo resumes...
EliminarGracias preciosa.
Besos.
Beautiful post
ResponderEliminarGracias Rajani, buen comienzo de semana.
EliminarSaludos.
Me has recordado esos viajes, eran entrañables: jugando, cantando , adivinado... ¡Qué tiempos!
ResponderEliminarEn aquellos tiempos eran comunes los viajes en aquellos coches y carreteras, plenos de aventuras y diversiones, con sus ajetreos...
ResponderEliminarTodo evoluciona, comadre. Fueron inolvidables.
Dentro de unos días, a dar achuchones a nietos, no ni ná.
Besos.