CONTANDO LAS SEMANAS 2022 - SEMANA 32
El punto exacto
(Es una ventana)
El seminarista de los ojos negros
Desde la ventana de un casucho viejo
Abierto en verano, cerrado en invierno
Por vidrios verdosos y plomos espesos
Una salmantina de rubios cabellos.
Abierto en verano, cerrado en invierno
Por vidrios verdosos y plomos espesos
Una salmantina de rubios cabellos.
Y ojos que parecen pedazos de cielo
Mientras la costura mezcla con el rezo
Ve todas las tardes pasar en silencio
Los seminaristas que van de paseo.
Mientras la costura mezcla con el rezo
Ve todas las tardes pasar en silencio
Los seminaristas que van de paseo.
Baja la cabeza sin erguir el cuerpo
Marchan en dos filas, pausados y austeros
Sin más nota alegre sobre el traje negro
Que la beca roja que ciñe su cuello.
Marchan en dos filas, pausados y austeros
Sin más nota alegre sobre el traje negro
Que la beca roja que ciñe su cuello.
Y que por la espalda casi roza el suelo
Un seminarista entre todos ellos
Marcha siempre erguido con aire resuelto
La negra sotana dibuja su cuerpo.
Un seminarista entre todos ellos
Marcha siempre erguido con aire resuelto
La negra sotana dibuja su cuerpo.
Gallardo y airoso, flexible y esbelto
Él solo, a hurtadillas
Y con el recelo de que sus miradas observen los clérigos
Desde que en la calle vislumbra
Él solo, a hurtadillas
Y con el recelo de que sus miradas observen los clérigos
Desde que en la calle vislumbra
A lo lejos a la salmantina de rubio cabello
La mira muy fijo con mirar intenso
Y siempre que pasa le deja el recuerdo
De aquella mirada de sus ojos negros.
La mira muy fijo con mirar intenso
Y siempre que pasa le deja el recuerdo
De aquella mirada de sus ojos negros.
Monótono y tardo va pasando el tiempo
Y muere el estío y el otoño luego
Y vienen las tardes plomizas de invierno
Desde la ventana del casucho viejo.
Y muere el estío y el otoño luego
Y vienen las tardes plomizas de invierno
Desde la ventana del casucho viejo.
Siempre sola y triste, rezando y cociendo
Una salmantina de rubio cabello
Ve todas las tardes pasar en silencio
Los seminaristas que van de paseo.
Una salmantina de rubio cabello
Ve todas las tardes pasar en silencio
Los seminaristas que van de paseo.
Pero, no ve a todos ve solo a uno de ellos
Su seminarista de los ojos negros
Cada vez que pasa gallardo y esbelto
Observa a la niña que pide aquel cuerpo.
Su seminarista de los ojos negros
Cada vez que pasa gallardo y esbelto
Observa a la niña que pide aquel cuerpo.
En vez de sotana marciales arreos
Cuando en ella fija sus ojos abiertos
Con vivas y audaces miradas de fuego
Parece decirla te quiero, te quiero.
Cuando en ella fija sus ojos abiertos
Con vivas y audaces miradas de fuego
Parece decirla te quiero, te quiero.
Yo no he de ser cura, yo no puedo serlo
Sí yo no soy tuyo me muero, me muero
A la niña entonces se le oprime el pecho
La labor suspende y olvida los rezos.
Sí yo no soy tuyo me muero, me muero
A la niña entonces se le oprime el pecho
La labor suspende y olvida los rezos.
Y ya solo vive en su pensamiento
El seminarista de los ojos negros
En una lluviosa mañana de invierno
La niña que alegre saltaba del lecho.
El seminarista de los ojos negros
En una lluviosa mañana de invierno
La niña que alegre saltaba del lecho.
Oyó tristes cantos y fúnebres rezos
Por la angosta calle pasaba un entierro
Un seminarista sin duda era el muerto
Pues cuatro llevaban en hombros el féretro.
Por la angosta calle pasaba un entierro
Un seminarista sin duda era el muerto
Pues cuatro llevaban en hombros el féretro.
Con la beca roja por cima cubierto
Y sobre la beca el bonete negro
Con sus voces roncas cantaban los clérigos
Los seminaristas iban en silencio.
Y sobre la beca el bonete negro
Con sus voces roncas cantaban los clérigos
Los seminaristas iban en silencio.
Siempre en las dos filas hacia el cementerio
Como por las tardes salir de paseo
La niña angustiada miraba el cortejo
Los conoce a todos a fuerza de verlos.
Como por las tardes salir de paseo
La niña angustiada miraba el cortejo
Los conoce a todos a fuerza de verlos.
Solo, solo falta entre todos ellos
El seminarista de los ojos negros
Corrieron los años pasó mucho tiempo
Y allá en la ventana del casucho viejo.
El seminarista de los ojos negros
Corrieron los años pasó mucho tiempo
Y allá en la ventana del casucho viejo.
Una pobre anciana de blancos cabellos
Con la tez rugosa y encorvada el cuerpo
Mientras la costura mezcla con el rezo
Ve todas las tardes pasar en silencio.
Con la tez rugosa y encorvada el cuerpo
Mientras la costura mezcla con el rezo
Ve todas las tardes pasar en silencio.
Los seminaristas que van de paseo
La labor suspende, los mira y al verlos
Sus ojos azules ya tristes y muertos
Vierten silenciosas lágrimas de hielo
Vieja, sola y triste aún guarda el recuerdo
Del seminarista de los ojos negros
La labor suspende, los mira y al verlos
Sus ojos azules ya tristes y muertos
Vierten silenciosas lágrimas de hielo
Vieja, sola y triste aún guarda el recuerdo
Del seminarista de los ojos negros
El día 8 de agosto se cumplen cien años de la muerte de don Miguel Ramos Carrión.- Este ilustre escritor había nacido en Zamora en 1845, se le conocía con el seudónimo de "Boabdil el Chico", fue autor de comedias, zarzuelas y poemas que alcanzaron merecida fama.
Como aficionada a la zarzuela y poesía os traigo este poema que me gusta de este autor.
Ya me queda poquito pero sigo de vacaciones, con la tropilla por aquí liándola no doy para más...
Para ver otras participaciones pulsen aquí: El punto exacto:
Nota: estoy de vacaciones, ya lo avisé. Modifico las entradas en mis blogs, también los comentarios. A los que me comenten, aunque tarde un poco, contestaré a todos los que lo hagan y agradecida...
Recuerdo haberla leído en distintas ocasiones en mis tiempos de estudiante.
ResponderEliminarMe gusta mucho esa poesía.
Besos.
Hola Antonia, sí, yo también. Cuando Luis del Olmo de vez en cuendo recitaba "El siminarista de los ojos negros", le oía con toda atención, era insuperable como lo hacía, en su programa "Protagonistas"....¡Qué tiempos aquellos!
EliminarQuédate en Cádiz más tiempo, por Córdoba esta -la calor- ¡Ofú!
Besos.
Qué triste poema. Un beso
ResponderEliminarHola Susana, en su tristeza lleva su hermosura poética...
EliminarBesos.
Precioso poema.
ResponderEliminarBesos.
Por eso pensé que mis seguidores debo ofrecerles de lo bueno lo mejor.
EliminarYa os iré visitando en cuanto pueda. Mil gracias por tu seguimiento, siempre.
Abrazos y un besote.
Una buena elección y un buen poema, sigue disfrutando de la tropilla que dan vida y renuevan la juventud. Abrazossssss
ResponderEliminarCuando comiencen los coles, comenzarán las otras "vacaciones", jejeje...
EliminarEste poema, siendo triste es hermoso...Besos.
Whisky poco, bueno nada, cerveza bastante y me he aficionado al oporto con tónica, naranja y menta jejeje asi que no tengo lombrices.
ResponderEliminarLa chispa de AUTODIDACTA, la añoro...
Eliminar¡Olé tu menda!
Saltibrincos dobles.
Estrujones.
Este es el verdadero Boabdil el Chico . Abū ‘Abd Allāh Muhammad ibn Abī il-Hasan ‘Alī, apodado «al-Zugābī» (Granada, 1459 - Fez, 1533), fue el último sultán del reino nazarí de Granada, conocido como Muhammad XII, Miembro de la dinastía nazarí, llamado por los cristianos Boabdil o Boabdil el Chico. Quitó el trono a su padre, Muley Hacén,
ResponderEliminarSaludos
Sobresaliente en historia, gracias.
Eliminar... Y añado: el Mulhacén, el pico más alto de la Península Ibérica se conoce así en memoria del nazarí, Muley Hacén, como bien dices, padre de Boaddil. (el Rey Chico), vox populis. Su madre era una consumada intigrante...
Saludos desde El Veleta, que no es moco de pavo, jajajaja...
¡Viva Andalucía!...Y todas las demás, por supuesto.
Rescatas un texto fabuloso. Muchas gracias.
ResponderEliminarSigue conn tus vacaciones, que aquí te esperamos. Un abrazo
Tengo problemas en publicar con bloguer
Eliminar¡Socorrooooooo!
Gracias Maripau.
Besos
Pues no conocía al autor y me ha encantado su poema. Que lidies genial con las vacaciones y que descanses y disfrutes también, que para eso están.
ResponderEliminarBesos.
Esta es la tercera vez que intento contestarte, después desaparece lo escrito, (hasta ahora).
EliminarEste autor merece la pena conocerlo mejor.
Gracias preciosa.
Besos.
Escuché todo el recitado, triste y bello poema de amor imposible, un abrazo Maricarmen!
ResponderEliminarCoincidimos. Lee un poco su biografía, te gustará, te lo sugiero.
EliminarUn beso.
Bellísimoooooooooooo!!! aunque con triste final, si hasta me he emocionado.Besicos
ResponderEliminarEs triste, hermoso y emociona, todo eso.
EliminarGracias por escucharlo.
Besotes.
Que lindo! No lo conocía! Gracias por sumarte. Besos
ResponderEliminarSí que es lindo. Gracias a ti, anfitriona que me acoges estupendo...
ResponderEliminarUn beso.