LEYENDA DE NAVIDAD
Cuando llegó el invierno, todos los pájaros decidieron partir. Solamente un pajarito decidió quedarse en su nido, que estaba hecho de acebo y era muy acogedor. Quería, a toda costa, Esperar el Nacimiento de Jesús para pedirle una cosa. El invierno fue muy frío y nevó muchísimo.
El pobre pajarito estaba casi congelado y medio muerto de hambre. Al final, llegó la noche de Navidad. El pajarito fue volando hasta el Niño recién nacido y le dijo:
"Querido Jesús, ¿querrías decirle al viento invernal del bosque que no estropee mi nido? Así podría quedarme y esperar a la llegada de la primavera".
El Niño Jesús sonrió, llamó a un ángel y le dijo que se encargara de cumplir el deseo del pajarito. Desde entonces, el acebo conserva sus hojas verdes durante todo el invierno. Además, para distinguirlo de otras plantas, desde entonces tiene pequeñas bayas rojas y brillantes.
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