"Pelar la pava"
La felicísima expresión de "pelar la pava" referida a la charla nocturna entre una pareja de novios y las circunstancias en que ésta tenían lugar, impuestas por el puritanismo imperante, que obligaba, bien a la presencia de una tercera persona, llamada "carabina", bien a la utilización de una "reja de castidad", que evitara el contacto físico de la pareja.
La muchacha casedera no salía de su casa de noche, lo que obligaba al pretendiente a acercase a la ventana enrejada de la planta baja.
Era costumbre en las mujeres sevillanas de entre siglos "vestirse de tarde". Finalizada sus faenas domésticas, que después del almuerzo se reducían al fregado, costura o bordados, pues la limpieza, cocina, lavado de ropas y plancha eran tareas matutinas, la mujer solía cambiar la vestimenta de labor por otra más vistosa, una vez aseada, con complementos de zarcillos, a veces, peinecillos para el moño, abanico, en verano y flores en el pelo, frecuentemente: jazmines y claveles. Eran frecuente las reuniones de las muchachas en la azotea o patio de vecindad, haciendo labores primorosas y charlar. Aún no se pintaba: el maquillaje consistía en polvos de arroz, un poco de agua de colonia.
Los hombres que pasaban por la calle miraban a las ventanas y balcones porque sabían que entre las floridas rejas hallarían bellas flores humanas. El adoquinado o empredrado, de las calles gastaban bromas con "mucha guasa", a los galanes, frecuentemente, el riesgo de tropezar de improvisto con una piedra más levandada que otra, quedando en una ridícula y divertida situación, eventualidad que las mocitas festejaban con risas burlonas.
Si el atractivo era mutuo, ella mandaba discretas "señales". Él le paseaba la calle. Más adelante solía seguirla cuando ella salía a la "plasa", (Mercado de Abasto), Misa, mercería, la visita a familiares, o salida del trabajo, se las apañaba para poder ir a algunas de sus salidas. Si ambos deseaban relaciones sentimentales, se citaban al anochecer a la ventana. Cuando querían ser novios oficiales, él pedía hablar con el padre, madre o mayor de la casa familiar y si era aceptado, se decía que eran "novios formales" y entraba en la casa.
Estas situaciones tenían un innegable encanto, que ha sido profusamente utilizado literariamente en toda Andalucía, y especialmente en Sevilla.
Había rejas que por ser altas no se prestaban para el amoroso coloquio y obligaba al novio llegar provisto de una escalera, lo que además de anular el romanticismo de la escena, conllevaba el riesgo de que los guasones amigotes del novio le tumbaran la escalera dejándolo agarrado a los barrotes, pataleando, en situación grotesca, recordando a los difuntos de semejantes cabroncetes.
Si el lector se pregunta cómo pelarían la pava las muchachas que no dispusieran de reja, porque habitaban en viviendas interiores o en plantas superiores, Serafín y Joaquín Álvarez Quintero lo reflejaban genialmente en su obrita, "La reja", de 1897. De "La buena sombra", 1898 es este jocoso pasaje: TRIQUITRAQUE, (pelando la pava), .-Pos como iba a desirle a usté, botón de roza...(de arriba empieza a caer agua sobre Triquitraque, que levanta la cabeza y grita).-¡Me cazo con la má! ¿Le paese a usté que esta son hora pá regá masetas? ¡Chavó, si etá regando con er cubo! Qué no tié usté regaera? ¡Po, niña, miarma, coja usté aunque zea er colaó de la cosina!
Y, para no cansar, una última alusión a la reja, con afirmación categórica. Aparece en la célebre comedia "Amores y amoríos", 1908 y dice así: "Yo no puedo verme en Andalucía y dejar que pasen esas misteriosas noches de mayo sin hablar en una ventana con una mujer. La reja la inventó el amor".
*En el Diario de Cádiz, publicaron hace un tiempo una lista de definiciones andaluzas, entre la que se encuentra la que estamos analizando. Antonio Martínez Vargas, un hombre que sabe mucho de dichos populares, dice que la expresión de "Pelar la pava", nació fruto del más puro humor andaluz. Cuenta que una señora ordenó a su criada que matara y pelara una pava para una sonada celebración. La criada obedeció y se fue a la ventana con reja a pelarla y, estando en la tarea, llegó el novio. La muchacha se entretuvo mucho más de lo esperado y la señora le llamó: "Muchacha, cuándo acabarás?" y la criada respondió: "Señora, que estoy pelando la pava". De ahí, que este dicho se aplique en Andalucía a las relaciones entre novios. Por lo general, ellos desde la calle, y ellas tras las rejas de la ventanas.
Fuentes:
"Paseo por la Sevilla del 98"
Julio Martínez de Velasco.
Ed, Castillejo - 3ª edición.
Diario de Cádiz.
Antonio Martínez Vargas.
Si el atractivo era mutuo, ella mandaba discretas "señales". Él le paseaba la calle. Más adelante solía seguirla cuando ella salía a la "plasa", (Mercado de Abasto), Misa, mercería, la visita a familiares, o salida del trabajo, se las apañaba para poder ir a algunas de sus salidas. Si ambos deseaban relaciones sentimentales, se citaban al anochecer a la ventana. Cuando querían ser novios oficiales, él pedía hablar con el padre, madre o mayor de la casa familiar y si era aceptado, se decía que eran "novios formales" y entraba en la casa.
Estas situaciones tenían un innegable encanto, que ha sido profusamente utilizado literariamente en toda Andalucía, y especialmente en Sevilla.
Había rejas que por ser altas no se prestaban para el amoroso coloquio y obligaba al novio llegar provisto de una escalera, lo que además de anular el romanticismo de la escena, conllevaba el riesgo de que los guasones amigotes del novio le tumbaran la escalera dejándolo agarrado a los barrotes, pataleando, en situación grotesca, recordando a los difuntos de semejantes cabroncetes.
Si el lector se pregunta cómo pelarían la pava las muchachas que no dispusieran de reja, porque habitaban en viviendas interiores o en plantas superiores, Serafín y Joaquín Álvarez Quintero lo reflejaban genialmente en su obrita, "La reja", de 1897. De "La buena sombra", 1898 es este jocoso pasaje: TRIQUITRAQUE, (pelando la pava), .-Pos como iba a desirle a usté, botón de roza...(de arriba empieza a caer agua sobre Triquitraque, que levanta la cabeza y grita).-¡Me cazo con la má! ¿Le paese a usté que esta son hora pá regá masetas? ¡Chavó, si etá regando con er cubo! Qué no tié usté regaera? ¡Po, niña, miarma, coja usté aunque zea er colaó de la cosina!
Y, para no cansar, una última alusión a la reja, con afirmación categórica. Aparece en la célebre comedia "Amores y amoríos", 1908 y dice así: "Yo no puedo verme en Andalucía y dejar que pasen esas misteriosas noches de mayo sin hablar en una ventana con una mujer. La reja la inventó el amor".
*En el Diario de Cádiz, publicaron hace un tiempo una lista de definiciones andaluzas, entre la que se encuentra la que estamos analizando. Antonio Martínez Vargas, un hombre que sabe mucho de dichos populares, dice que la expresión de "Pelar la pava", nació fruto del más puro humor andaluz. Cuenta que una señora ordenó a su criada que matara y pelara una pava para una sonada celebración. La criada obedeció y se fue a la ventana con reja a pelarla y, estando en la tarea, llegó el novio. La muchacha se entretuvo mucho más de lo esperado y la señora le llamó: "Muchacha, cuándo acabarás?" y la criada respondió: "Señora, que estoy pelando la pava". De ahí, que este dicho se aplique en Andalucía a las relaciones entre novios. Por lo general, ellos desde la calle, y ellas tras las rejas de la ventanas.
Claver |
Moña de jazmines, de uso para el pelo de las mujeres sevillanas. |
Fuentes:
"Paseo por la Sevilla del 98"
Julio Martínez de Velasco.
Ed, Castillejo - 3ª edición.
Diario de Cádiz.
Antonio Martínez Vargas.
En cierta ocasión, también publiqué una entrada, titulada "Pelar la pava" aunque yo me centré casi únicamente en un cuadro que se encuentra en el Museo Carmen Thyssen Málaga. Por si tienes curiosidad, el enlace es este : Textohttps://www.unjubilado.info/pelar-la-pava/
ResponderEliminarHola Emilio, acabo de ver los enlaces que me sugieres. Existen un montón de dichos populares que han llegado hasta nuestros días y muchos desconocen el origen de ellos, creo que eso no va demasiado con nosotros. A mi me entusiasman las curiosidades históricas y el porqué de las cosas...
EliminarGracias.
Un abrazo
Que linda expresión y que buenos historias de amor se han forjado a través de esas rejas . Gracias por la entrada . Un besazo.
ResponderEliminarAntaño se decía mucho más, y además los hermanos Quinteros la citaban mucho en sus obras: "Amores y amorios", "La reja"...
EliminarGracias a ti siempre por tu seguimientos.
Besos.
Con retraso, pero llego.
Debía ser una costumbre muy bonita. Un beso
ResponderEliminarLo fue y el dicho llegó a nuestros días.
EliminarUn beso.
Cuanta tinta se ha vertido en describir las rejas, las visitas nocturnas, en cuantas parejas han pelado la pava. Un abrazo
ResponderEliminarEsas costumbres de la época, se ven reflejadas en muchas películas antiguas , ambientadas la mayoría de ellas en Andalucía.
ResponderEliminarBesos
Ciertamente, em el Teatro de los Quinteros, era muy nuestro y divertido...en Andalucía en general.
EliminarBesos.
Gracias por explicarme de donde viene la expresión de "pelar la pava", lo intuía, aunque no lo sabía a ciencia cierta.
ResponderEliminarMe he reído mucho leyéndote.
Fascinante entrada, que me ha llevado a ese tiempo a presenciar la vida de aquellos lares.
ResponderEliminarBesitos de anís.
Todo evoluciona, pero quedan las huellas de todo aquello...
EliminarUn besito.
Que bonito lo que nos cuentas. Besos.
ResponderEliminarPor aquí fue muy célebre el dicho, los mayores saben el significado.
EliminarBesos.
Muchas gracias por tan divertidas y enriquecedoras anécdotas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Era el lenguaje coloquial de antaño andaluz, muchos lo saben....
EliminarGracias.
Un beso.
¡Qué romántico era todo en aquellos tiempos, amiga Mari Carmen! Pero te diré que todo eso era en los tiempos de mi abuelita...si, porque ella nació en el año 1,900 y me contaba que cuando tenía 15 años y un pretendiente rondaba su balcón....debía darle ella una señal para que el joven supiera que había sido aceptado por la dama, y el asunto era que mi abuelita salía con un listón azul atado con un enorme lazo a su cabeza, ese era el símbolo de que ella lo aceptaba al pretendiente, pero si salía con sus cabellos sin nada que sobresaliera, entonces era sinónimo de que lo rechazaba al joven. Esas costumbres eran aquí en Perú por los años 1,915....Imagínate, ¡cuánto tiempo ha pasado! y todo eso ya no existe. Hoy las chicas no cuidan su virginidad para nada, y antes de casarse ya salen embarazadas, y algunas ya se han hecho abortos, hoy todo es una locura. Gracias por compartir esa costumbre tan bonita de la reja en la ventana. Esa no la conocía. Recibe mi abrazo grande.
ResponderEliminarEn Granada tenemos esta coplilla que dice:
ResponderEliminarNiña asómate a la reja que te tengo que decir,
que tengo que decir una cosita cualquiera,
que ese regalo consiste que no te quiero de veras,
que el beso que tú me distes te lo vengo a devolver.
Dale que dale que dale, toma que toma que toma.
Tengo una novia que vale más que la fuente de Roma.
La la la la la la la la la…
La Virgen de las Angustias, la que vive en la carrera,
ella solita lo sabe, es la que alivia mis penas.
Ahí va la Reina del cielo con su traje de cañí,
y yo soy aquel bandolero que ha venido a por ti.
Saludos
Te estás refiriendo a "El Baile de la Reja", eso es puro "granaíno", no ni ná. Andalucía entera tiene una riqueza folklorica riquisíma y espectácular. Una menda lo bailó mucho hace tiempo, ya menos, pero aún me arranco, tiro a bailotear con mis "palillos" de granadillos"...son muchísimos Emilio.
EliminarEs donde hay más talleres artesanos de guitarras y como suenan ellas, no lo hacen en otros lugares, sus tapitas, el centro tan bonito, monumental y señorial, sois la provincia más completa: sierras, mar, nieve, montes y el monumento más visitado de España, para muchos.
Me tiene enamoraíta tu tierra, "pá siempre"
Saludos.
Te refieres
Pues es un origen muy curioso. El otro día escuché la expresión, "el niño de la reja", por ejemplo.
ResponderEliminarUn abrazo
Sí, mi niña, es un dicho antiguo citados por varios autores andaluces y los mayores, muchos lo saben...
EliminarGracias preciosa.
Me voy poniendo al día, perdona el retraso, avisé.
Un beso.
Anda que no he pelado la pava. Sin rejas, pero lo que es "pelar la pava" lo he hecho (y lo sigo haciendo) y...sigue teniendo un encanto especial. Luego vienen las sorpresas pero... eso es ya otro tema.
ResponderEliminarHola Lurio, Por supuesto, las relaciones de novios antaño eran con reja, ahora, jejejeje no se usan digamos.
EliminarDepende de lo que hagas podemos hablar de sorpresas o no sorpresas....Cuidadín, El tema es el mismo (si tienes prudencia o no).
Me encantó la anécdota! Y qué gracia que le roben la escalera al enamorado! Un abrazo Maricarmen!
ResponderEliminarEs que había amiguetes muy cabroncetes, pero no le hacían sufrir mucho y después todos eran risas ¡La mare que los parió!
ResponderEliminarLa juventud se divertían sanamente y se pasaba bien y con alegría...
Besos.